SAN DIEGO.- El aumento indiscriminado en los precios y servicios fue en 2022 una constante que pegó duro en los bolsillos de los consumidores.
.-“Sí se siente porque lo que antes pagaba $20 dólares, ahora pago $30; los precios han aumentado y el salario es muy mínimo lo que sube”, respondió a principios de año la señora Margarita Paco, una ama de casa de la ciudad de Tijuana quien acudió a una tienda de autoservicio local buscando mejores precios.
Y esta percepción de la señora Paco con respecto al aumento en los precios de las mercancías ha sido una constante que se ha venido dando desde finales de 2021 y durante prácticamente todo el 2022, inflación que podría ser incontenible si no funcionan las medidas que se han tomado buscando contenerla.

La guerra Rusia-Ucrania, un acelerador
El 24 de febrero del año que recién terminó se confirma la invasión de Rusia a Ucrania con el inmediato impacto en aumento al precio del petróleo y en consecuencia, un aumento en el galón de gasolina a niveles históricos y que no habían tenido precedente en Estados Unidos y el severo impacto causado en los negocios por la pandemia de COVID-19, entre otros factores.
Así y solo a maneras de ejemplo, en solo seis días, el precio del galón de gasolina, en todois tipos, se dispararon 20 centavos.
Certero pronóstico
Por ello fue una importante advertencia la que hizo a principios de junio de este año el economista Bill Dolan, , vicepresidente y Director Regional de Inversiones de Union Bank en el marco del Foro Binacional organizado por San Diego County Economic Development Council y que tuvo como sede Southwestern College.
Recordó entonces que la inflación expresada en la alza en los precios de los bienes y servicios, de los energéticos (gasolina), agudizado con la intervención militar de Rusia en Ucrania y el incremento en las viviendas, son factores que generan incertidumbre económica.
E hizo una pregunta cuya respuesta sigue vigente en términos prácticos:
¿Qué tanto podrá resistir?
Otro factor, destacó Dolan, es el momento económico y aunque el crecimiento ha sido lento y continúa siendo positivo, la pregunta es qué tanto podrá resistir el reciente incremento en las tasas de interés acordado por la Reserva Federal.
Recordó asimismo que la Reserva Federal incrementó el rango de la tasa de interés de 0.25%-0.5% prevaleciente desde el año pasado al 0.75%-1.00%, desde el 16 de marzo reciente.
Y aunque el incremento en las tasas de interés por parte de la reserva federal busca, entre otras cosas, contener la inflación al encarecer el crédito, el pronóstico del directivo bancario se confirmaría tres meses después.
En efecto, en efecto el mayor incremento en la inflación a niveles que no ocurrían hace 40 años, obligó a a aumentos sucesivos de 0.75% en las tasas de interés.
Las mayores tasas desde la burbuja inflacionaria de 2006
Y es que estos aumentos en la llamada tasa de referencia se dio en menos de tres meses del 27 de julio al 21 de septiembre, sin contar con la que la Reserva Federal aprobó en el mes de octubre.
De hecho este inusitado aumento en las tasas de interés buscando contener la espiral de precios sería las mayores desde la crisis financiera mundial de 2006-2008, ocasionada por la burbuja que elevó los precios de las viviendas en Estados Unidos, generando una severa crisis económica.
En general, se aceptó entonces, el efecto más temido en la economía y las finanzas del país es lo que podría traer aparejado a las empresas y los hogares estadounidenses el automático costo de los préstamos para vivienda, automóviles, etcétera.
“Una amarga experiencia” en medio de incertidumbre
Y es que el propio Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, aceptó que esto pudiera ser una amarga experiencia para la población y los sectores de la economía nacional, pero es una de las contadas herramientas económicas disponibles para poder hacer frente a la mayor inflación ocurrida desde 1980 y que supera el 9% anual.
En medio de toda esta incertidumbre sobre el rumbo que tomará en 2023 la economía estadounidense y mundial, un signo esperanzador podría ser la reciente reducción de la gasolina, observada a finales otoño y principios de la actual temporada invernal; sin embargo, al tratarse de un producto que registra cambios constantes, su futuro pareciera igualmente incierto.