Agentes de USBP han encontrado armas como esta en los límites fronterizos. Foto cortesía CBP

SAN DIEGO.- Armados y peligrosos, así han reportado a personas que cometen actos delictivos contra migrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos por el sur de California.

De acuerdo a testimonios recabados por oficiales de la Patrulla Fronteriza (USBP por sus siglas en inglés) del Sector San Diego, los delincuentes despojan de sus pertenencias a los inmigrantes y en algunos casos les han exigido hasta mil dólares para permitirles que sigan realizando su viaje clandestino.

USBP informó que en las últimas semanas han aumentado los reportes sobre la presencia de bandidos principalmente en el área de Otay Mountain.

Activistas consideran que los grupos delictivos aprovechan la condición de vulnerabilidad de las personas en contexto de movilidad ya que la mayoría no denuncia formalmente estos incidentes.

“Lo peligroso viene siendo que hay un completo descuido de las personas migrantes que están cruzando por zonas que a veces están controladas por grupos organizados que cobran para poder pasar por ahí y pueden caer y ser víctimas de estas personas que los están asaltando”, declaró Pedro Ríos, director del comité Amigos Americanos en San Diego.

Este tipo de conductas delictivas eran comunes durante las décadas de los 80´s y 90´s en los límites fronterizos y este año hay evidencias oficiales de que se han vuelto a retomar.

Organizaciones civiles han hecho un llamado constante a la comunidad migrante para evitar estos riesgos, sin embargo, la necesidad de abandonar su país por cuestiones de inseguridad los obliga a aventurarse.

Agentes de USBP asignados a la Sucursal de Operaciones Extranjeras del Sector de San Diego han informado estos incidentes a sus homólogos del gobierno mexicano para hacer frente a estas amenazas.

AL ACECHO

La última semana de marzo se registraron tres hechos relevantes relacionados con la actividad de grupos delictivos en la frontera.

El 24 de marzo, la Patrulla Fronteriza detuvo a cinco inmigrantes en el área de Otay Mountain donde informaron a los oficiales que habían sido asaltados por personas armadas con rifles y pistolas.

Los migrantes informaron que fueron obligados a pagar mil dólares para continuar su viaje pero como no tenían dinero les quitaron sus teléfonos celulares.

Tres días después, el 27 de marzo, USBP detuvo a 20 indocumentados quienes informaron que fueron asaltados aproximadamente 40 minutos antes de ser detenidos por las autoridades migratorias.

Ese mismo día, los agentes detuvieron a un segundo grupo que cruzó la frontera ilegalmente y revelaron que un par de sujetos armados los habían golpeado y pateado para robarles celulares y dinero. En este último caso, los bandidos intentaron separar a una de las mujeres que viajaba con el grupo para llevarla de regreso a México pero no pudieron lograrlo.