Tener diabetes no debe impedir disfrutar de las festividades y las comidas tradicionales. Foto: Archivo

Lo creas o no, no se puede negar: las  fiestas  están llamando a nuestra puerta. Para muchos de nosotros, las vacaciones incluyen viajes físicos y unas vacaciones ligeras de nuestra dieta diaria.

Con motivo del Día Mundial de la Diabetes que se celebra el próximo 14 de noviembre, especialistas de Sharp Grossmont Hospital señalan que, si tienes  diabetes, el cambio de rutina durante esta época del año puede ser uno de tus mayores retos navideños, por lo que planificar con anticipación puede ayudar a controlar la temporada festiva y tu diabetes.

Mientras viajas, es importante llevar el doble de suministros para la diabetes que crees que necesitarás, en caso de emergencias o retrasos.

Cuando vueles, lleva todos estos suministros en tu bolso de mano y ten los medicamentos, refrigerios, sustitutos de comidas y geles o tabletas de glucosa en tu asiento para tener fácil acceso.

Si te sirves una comida en el vuelo, asegúrate de llamar con anticipación para solicitar una comida para diabéticos. Si usas insulina, comunícate con el fabricante para obtener instrucciones especiales sobre el cambio de presión del avión.

Obtén las vacunas recomendadas y siempre lleva tu información médica que indique que efectivamente eres diabético.

Entonces, ¿qué pasa con esas comidas de días de fiesta? Kendra Grinde-Busalacchi , RDN, CDE, dietista nutricionista registrada y educadora en diabetes certificada del  Sharp Grossmont Hospital , dice que la diabetes y las vacaciones se pueden controlar de forma conjunta con éxito.

“Tener diabetes no debería impedirte disfrutar de las festividades y las comidas tradicionales”, dice Grinde-Busalacchi. “Con un poco de preparación y planificación, aún puedes celebrar con tus platos favoritos”.

PARA DISFRUTAR LA TEMPORADA

Preguntar al anfitrión con anticipación qué se servirá y llevar una guarnición saludable favorita para compartir.

Llenar al menos la mitad del plato con verduras coloridas y elegir aquellas sin salsas ni aderezos para mantener la ingesta de sodio al mínimo.

Comer un pequeño refrigerio antes de ir a las celebraciones para no llegar con hambre; esto ayuda a evitar comer en exceso y tomar malas decisiones alimentarias.

También es importante mantenerse activo durante las vacaciones. Trate de realizar al menos 30 minutos de  actividad física.

Finalmente, Grinde-Busalacchi ofrece un valioso consejo para todos: no es necesario que la fiesta sea el centro de atención: “Céntrate en la familia, los amigos y las actividades en lugar de la comida”.