PLAYAS DE ROSARITO, MX.- En 2025, el consumo inmobiliario del comprador méxico-americano se consolida como el eje estructural del mercado residencial en el corredor costero de Baja California, una franja de aproximadamente 114 kilómetros que integra los litorales de Tijuana, Playas de Rosarito y Ensenada.
Así lo confirman los datos presentados durante Statistics Day 2025, el pasado martes 16 de diciembre, donde se identificó que 70.8 % de la demanda detectada por los desarrolladores corresponde a este perfil binacional.

De acuerdo con Luis Bustamante, analista inmobiliario, director de Bustamante Business Center y vocero oficial de los resultados del estudio, este comportamiento no responde a una coyuntura temporal, sino a una relación histórica entre el mercado inmobiliario costero y el comprador con vínculos en ambos lados de la frontera.
“El comprador méxico-americano sigue siendo el principal consumidor del producto inmobiliario costero, incluso en un entorno de cautela.
Su participación explica por qué el mercado no se ha detenido, sino que ha entrado en una fase de desaceleración”, afirmó, al referirse a la incertidumbre económica y política que incide en las decisiones de compra.
La información recabada en 54 desarrollos, equivalentes al 75 % del universo total de proyectos con vista y frente al mar, indica que durante 2025 se comercializaron 1,243 unidades, con un valor aproximado de 185 millones de dólares.
Aunque los lotes representaron cerca del 79 % de las unidades vendidas, las casas y condominios concentraron los tickets más altos, un patrón directamente asociado al comprador méxico-americano que busca segunda vivienda o inversión patrimonial en la costa.
Bustamante explicó que el atractivo del corredor costero responde a un uso predominantemente residencial de largo plazo: 47.8 % de las adquisiciones se destinan a segunda casa, mientras que 26.1 % corresponden a residencia permanente.
“Este perfil no compra por impulso. Evalúa el tipo de cambio, el entorno político en Estados Unidos y la estabilidad local. Esa evaluación explica la cautela, pero también la permanencia del interés”, sostuvo.
Por zonas, Playas de Rosarito lidera en número de unidades vendidas y concentra 61 % del inventario de condominios, con un valor que supera los 343 millones de dólares. Tijuana, en contraste, mantiene un portafolio más equilibrado entre casas, condominios y lotes, y registra el mayor valor de ventas en vivienda horizontal.
Ensenada, por su parte, destaca por proyectos de lotes de menor escala. Según Bustamante, estas diferencias territoriales reflejan las preferencias del consumidor méxico-americano: verticalidad y cercanía al mar en Rosarito; conectividad urbana en Tijuana; y reserva patrimonial en Ensenada.
El estudio revela además que más del 54% de las operaciones se realizan mediante financiamiento directo, modalidad que ha ganado terreno ante el encarecimiento del crédito bancario y la volatilidad de las tasas de interés.
Para Bustamante, este indicador confirma que el mercado se está ajustando a la prudencia del comprador binacional sin perder su base de consumo.
Aunque 61% de los desarrolladores considera que las ventas han disminuido respecto al año anterior, el diagnóstico no apunta a un retiro del comprador méxico-americano, sino a una fase de espera estratégica.

“No hay abandono del mercado inmobiliario costero; hay una pausa racional. El comprador méxico-americano sigue ahí y continúa siendo el sostén del corredor costero”, concluyó.
Durante el encuentro, la secretaria de Turismo de Baja California, Zaida Luz López Sánchez, se comprometió a trabajar de manera coordinada con el sector inmobiliario para revisar estrategias de promoción, integrar equipos interinstitucionales y fortalecer la colaboración con los municipios involucrados.

En este contexto, Irán Leonardo Verdugo, secretario de Desarrollo Económico y Turismo de Playas de Rosarito, recordó que para apoyar a los compradores extranjeros, el municipio cuenta con la Oficina de Atención al Residente Extranjero (FRAO), un servicio del municipio para orientar y facilitar trámites migratorios, además se comprometió a crear una ventanilla única para el sector inmobiliario así como algún incentivo fiscal con el objetivo de generar mejores condiciones para invertir, visitar y vivir en Rosarito.
Entre las principales solicitudes del sector destacaron el reforzamiento de la seguridad y la prolongación del programa estatal de registro de doble nacionalidad.

En su calidad de anfitrión, Jaime Ponce, realtor de Naos Resort Living, hizo un llamado a los participantes a asumirse como embajadores activos de Baja California, promoviendo sus ventajas competitivas, destinos como el Valle de Guadalupe y su potencial de inversión.
Subrayó que la cercanía con “la frontera más transitada del mundo” representa una oportunidad que exige no sólo demandar políticas públicas, sino también sumarse de manera corresponsable al desarrollo regional.
Con más de 30 años de experiencia, Bustamante Business Center se posiciona como una firma especializada en bienes raíces en el corredor costero de Baja California, ofreciendo terrenos, propiedades comerciales e inversiones orientadas al crecimiento y al valor sostenible, en un mercado donde 75 % de las propiedades firmadas continúan estando vinculadas al consumo binacional.

