La marina estadunidense informó que terminó pruebas a un barco destructor de misiles dirigidos recién construido y que llevará el nombre del sargento Rafael Peralta, un marine inmigrante nacido en la Ciudad de México y héroe en la guerra en Irak.

La armada informó que probó el destructor en dos recorridos cerca de la costa del estado de Maine, donde fue construido.

El barco será traído a San Diego donde tendrá su base a partir de la primavera del este año.

Será el reconocimiento póstumo más importante después de la entrega de la medalla Cruz de la Naval que el Pentágono entregó s los familiares del sargento hace unos 14 meses.

Peralta nació en 1979. Fue el mayor de cuatro hermanos. La familia decidió mudarse a Tijuana cuando el sargento era adolescente pero como don Rafael padre era resiente legal en Estados Unidos, tiempo después se mudaron al norte del condado de San Diego.

El joven Rafael Peralta estudió en Vista la preparatoria y luego cursó el Colegio Comunitario, y el día en que terminó sus estudios fue a darse de alta en las fuerzas armadas. Para entonces su padre había perecido en un accidente automovilístico en California.

La marina reclutó Peralta en el año 2000 como infante de marina de la Tercera Fuerza Expedicionaria, estacionada en Hawai, con la que viajó a Irak.

Durante la ofensiva de Faluya, el 15 de noviembre del 2004, de acuerdo con soldados testigos, el sargento Peralta y su pelotón estaban sitiados en un domicilio bajo fuego enemigo nutrido. El mexicano había sido herido de bala.

En un momento, un insurgente lanzó una granada de fragmentación al interior de la habitación donde se concentraban los marines y el sargento Peralta se arrojó sobre la granada y salvó a su escuadra.

Esa acción fue contada en diversas ocasiones por los propios soldados a quienes salvó Peralta, pero un médico del Pentágono argumentó que el sargento había perdido el conocimiento por su herida de bala y no supo lo que hacía al caer sobre la grabada.

Ricardo Peralta, el hermano menor del sargento, cuestiona por qué entonces el sargento le escribió unos días antes que iba a “hacer historia” y pensaba realizar acciones con las que “te vas a sentir orgulloso de mí”.

La duda obstaculizó que el Pentágono entregara a los familiares del sargento la Medalla de Honor, la máxima presea de la armada.

Sin embargo la madre del marine recibió la Cruz de la Marina y la donó a un museo.

Ahora el destructor Rafael Peralta saldrá de su base en San Diego a realizar operativos por diversas regiones del mundo.

Manuel Ocaño

Ellatinoonline.com