SAN DIEGO.- El suministro oportuno de medicamentos adecuados puede combatir la dependencia a los opioides y el alcohol. De hecho, un tratamiento de esta naturaleza es recomendado para la recuperación de un adicto.
Un informe del hospital Sharp indica que el tratamiento de medicamentos de patente como metadona, buprenorfina o acamprosato acompañado con terapias puede llegar a evitar la muerte de un enfermo.
La gerente del hospital de recuperación de adicciones en San Diego, Sharp McDonald Center, Kristin Steele, asegura que la adicción a los opioides y el alcohol puede contrarrestarse mediante asistencia médica contínua después de haber superado el tratamiento inicial.
“Ciertos medicamentos reducen el riesgo de recaída y ayudan a los pacientes a alcanzar sus objetivos de recuperación”, dice Steele.
Los tratamientos a base de medicamentos para combatir las adicciones a los opioides y el alcohol ya tienen tiempo, sin embargo, la epidemia que se vive en el país y el condado está haciendo que se amplíe este modo de curación.
Las personas que se encuentran en recuperación son propensas a sufrir una recaída. Esto se debe a que en la etapa inicial del tratamiento existe menos tolerancia y, por lo tanto, es mayor la posibilidad de una fuerte sobredosis con riesgo de muerte.
Por otra parte, los pacientes que toman sus medicamentos recetados durante 90 días o más tienen mayor capacidad de sobreponerse a sus condiciones adictivas que los que no lo hacen.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en ingles), el Instituto Nacional de Abuso de Drogas y la Organización Mundial de la Salud recomiendan los tratamientos a base de medicamentos.
La mayoría de las aseguradoras de salud privadas cubren los gastos de este tipo de tratamientos.
En 2017, alrededor de 72 mil personas fallecieron por sobredosis de opioides en Estados Unidos y la tendencia continuará durante la próxima década de acuerdo a los pronósticos de la CDC.
Un estudio de fallecimientos por sobredosis de heroína que se realizó en Baltimore entre 1995 y 2009 indicó que el aumento de la disponibilidad de medicamentos como la metadona y la buprenorfina disminuyó la cantidad de sobredosis fatales a casi la mitad.
La especialista Kristin puntualiza que “tomar medicamentos para la adicción a opiáceos y alcohol no es lo mismo que sustituir una droga adictiva por otra”.
Sharp McDonald Center ofrece el programa de tratamiento asistido por medicamentos para estas adicciones. A los pacientes se les prescriben medicinas aprobadas por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Los inscritos en el programa reciben terapia individual y grupal y se reúnen con otros adictos, psicólogos y asesores de rehabilitación de drogas.
La gerente de Sharp McDonald Center indica que el tratamiento asistido por medicamentos alivia los síntomas de abstinencia.