WASHINGTON, D.C.- Sin ceder en sus pretensiones de que la legislatura federal le apruebe un presupuesto a 5.7 billones para la construcción de un muro fronterizo con México, el Presidente Donald Trump aceptó la reapertura del gobierno federal, pero dijo que sólo lo haría por tres semanas y luego se tendría que reconsiderar el paso siguiente.
De acuerdo con el Ejecutivo Federal, esta decisión la toma solamente como una medida de financiamiento temporal que permita que se cubra el pago de los empleados federales (quienes no han recibido su cheque desde hace 35 días) en que se inició el pago parcial.
La medida fue considerada por analistas políticos como una dolorosa derrota para el Presidente y sus pretensiones de reelegirse y una apabullante victoria para la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y por añadidura para su Partido (El Demócrata).
El cierre parcial de gobierno afecta a alrededor de 800 mil trabajadores del gobierno federal y la duda de si cumplido el plazo de 3 semanas, seguirá abierto o Trump decide cancelar el acuerdo provisional.
Debíó haber sido antes: Susan Davis.
«Si bien me alegro de que el Presidente haya decidido escuchar la razón, esto pudo haber ocurrido hace cinco semanas, evitando así el sufrimiento innecesario de los estadounidenses, quienes, de manera abrumadora, no quieren un muro», dijo la Representante (Demócrata-San Diego) por el 53 Distrito, Susan Davis..
“La principal prioridad ahora», afirmó, «es garantizar que los trabajadores federales reciban el pago de lo que se les debe, incluido el pago retroactivo».
«Aliento al Presidente y al Partido Republicano a que hagan un balance de este cierre y lleguen a la conclusión de que lo único que logran es causar dolor. Tenemos que unirnos de manera bipartidista para estar completamente informados sobre el enfoque más eficaz para nuestras opciones de seguridad en la frontera «, señaló Davis.
