Los padres pueden desempeñar un papel clave para mantener a sus hijos adolescentes a salvo mientras manejan.

Los choques automovilísticos cobraron más de 2,400 vidas de jóvenes en el 2016, lo que equivale a seis muertes de adolescentes por día. Sin embargo, habitualmente los padres no están al tanto de las condiciones de manejo que resultan más riesgosas para los adolescentes.

Los pediatras pueden ser socios valiosos para ayudar a las familias a tratar este importante tema de salud.

Educar a los padres e hijos sobre los peligros para los adolescentes al manejar y las medidas que pueden tomar para reducir los riesgos. Los padres y los adolescentes deben analizar las reglas para aplicar cuando manejan y establecer consecuencias por romperlas.

Anime a los padres a reforzar estas conversaciones trabajando con su hijo adolescente para establecer un contrato de manejo entre padre e hijo adolescente. Obtenga copias gratuitas del contrato de manejo entre padre e hijo adolescente de Los padres son la clave/Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP).

Recuérdeles a los padres que deben predicar con el ejemplo. No pueden esperar hasta que su hijo adolescente tenga la edad suficiente para manejar para empezar a ser ejemplo de buenos comportamientos al manejar. Si los padres hablan por teléfono, envían mensajes de texto, conducen velozmente o sin usar el cinturón de seguridad, lo más seguro es que el adolescente también lo haga.

Difunda la información sobre la seguridad de los adolescentes al manejar distribuyendo los materiales de la campaña en salas de espera y de examen.

Incluya información sobre la seguridad de los adolescentes al manejar en la página web de su clínica.

Reducir los riesgos

Como pediatra, usted habla con sus pacientes y sus padres sobre hitos importantes y sus consecuencias para la salud. Uno de esos hitos, aprender a manejar y obtener una licencia de manejo, conlleva una gran responsabilidad y ciertos riesgos. Analice las siguientes áreas clave con sus pacientes adolescentes y sus padres:

Falta de experiencia del conductor

La mayoría de los choques automovilísticos ocurren durante el primer año a partir de que un adolescente obtiene una licencia. Anime a los padres a que hagan cumplir a sus hijos un mínimo de 30 a 50 horas de práctica de manejo supervisado en un período de por lo menos seis meses. Deben asegurarse de hacerlo practicar en diferentes caminos, a diferentes horas del día y en distintos tipos de condiciones atmosféricas y de tráfico.

Pasajeros adolescentes

Los riesgos de choques automovilísticos aumentan cuando los adolescentes que manejan llevan a otros adolescentes en el auto. Los padres deben respetar las restricciones de pasajeros establecidas por la ley de su estado cuando los adolescentes manejan. Si su estado no tiene este tipo de regla, los padres deben limitar la cantidad de pasajeros adolescentes a cero o uno durante los primeros seis meses, como mínimo.

Manejar durante la noche

A cualquier edad, los choques automovilísticos fatales tienen más probabilidad de ocurrir por la noche; pero el riesgo es más alto para los adolescentes. Los padres deben asegurarse de que su hijo adolescente no maneje después de las 9 o 10 de la noche, durante al menos los primeros seis meses después de obtener su licencia de manejo.

Cinturones de seguridad

La manera más sencilla de prevenir las muertes por choques automovilísticos es poniéndose el cinturón de seguridad. Los padres deben exigirle a su hijo adolescente que se ponga el cinturón de seguridad cada vez que use el automóvil. Esta simple medida puede reducir casi por la mitad el riesgo de que el adolescente muera o sufra una lesión grave en un choque automovilístico. Asimismo, aliente a los padres a dar un buen ejemplo y a que usen siempre el cinturón de seguridad cuando viajan en automóvil.