La Tuberculosis es una infección de origen bacteriano producida por una bacteria que se conoce con el nombre de “Mycobacterium Tuberculosis” y de acuerdo a las estadísticas presentadas por el CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos) para el 2018 se habían registrados 9.028 casos con una tasa de 2,8 casos por cada 100.000 habitantes lo cual no indicaría motivo de alarma sobre una población de más de 300 millones. Sin embargo, lo que sí preocupa es que el CDC tiene estimado que existen 13 millones de personas con la llamada “Infección de Tuberculosis Latente” (ITL). Esta ITL ocurre cuando una persona inhala la bacteria y la misma entra al cuerpo y es combatida por el sistema de defensa del organismo manteniéndola en una especie de estado aislado donde la persona no presenta síntomas y tampoco transmite la enfermedad a otras personas.
La Tuberculosis se transmite por contacto directo mediante el aire y ello ocurre cuando una persona infectada tose, estornuda o canta que reparte la bacteria a través de las micro gotas de saliva que salen de la boca y cuando el receptor inhala estas bacterias las mismas pasan por las vías respiratorias donde se multiplican y en otras ocasiones adicionalmente pueden pasar al torrente sanguíneo y afectar otros órganos tales como los riñones, la columna vertebral y el cerebro. También existe otro tipo de Tuberculosis llamada “Tuberculosis Bovina” que se da en las vacas producida por el Micobaterium Bovis donde la leche de vaca está contaminada y si es bebida por el ser humano sin pasteurizar padece de la enfermedad.
Con respecto a la sintomatología de la Tuberculosis está descrito lo siguiente:
* Fatiga
* Pérdida de peso
* Tos intensa que dura más de tres semanas
* Tos con expectoración con sangre
* Fiebre
* Escalofríos
* Sudores nocturnos lo cual es un signo bastante típico de la enfermedad.
¿Quiénes son los que tienen más riesgo de contraer la enfermedad?
Existen personas que por sus condiciones previas conforman el grupo de riesgo tales como son los niños que no reciben la vacuna de la tuberculosis al nacer, los desnutridos, los pacientes con VIH, los pacientes inmunosuprimidos que reciben quimioterapia, radioterapia o tratamiento con esteroides a largo plazo, diabéticos, personas que se drogan por vía endovenosa y los que reciben trasplantes de órganos.
En cuanto al diagnóstico y el tratamiento la buena noticia es que en todo el mundo se puede hacer el diagnóstico de laboratorio de ésta enfermedad y también está establecido mundialmente el esquema de tratamiento que no sólo es para la Tuberculosis tradicional, sino que también se aplica para quienes son diagnosticados con “Infección Tuberculosa Latente” la cual se detecta por hallazgo casual o por programas de pesquisas en zonas endémicas. Y con respecto a la prevención la medida más importante es la vacunación de los niños la cual desde hace mucho tiempo ha dado grandes resultados en los países donde se aplica de manera obligatoria dentro del esquema de vacunación de los niños.
Para cualquier duda ustedes pueden escribirnos a nuestro correo o entrar al portal web de CDC en español que tiene información muy importante al respecto.