Una organización que fundaron latinos de San Diego para rescatar migrantes advirtió que un creciente número de personas es abandonado en el desierto por confiar en los traficantes de personas o coyotes.
Los hermanos poblanos Alex y César Ortigoza, quienes encabezan el grupo de voluntarios Armadillos Búsqueda y Rescate, informaron que en las últimas semanas han recibido numerosas peticiones de familiares de personas extraviadas.
La mayoría de esas peticiones de socorro fueron luego de que los migrantes presuntamente cruzarían la frontera con la guía de “coyotes”.
“Por lo general nada de lo que dicen los coyotes es cierto; no van a ser dos días de caminar por el desierto, ni se van a detener a descansar; con el paso de los días, algunas personas se agotan, se les acaban los alimentos, el agua, y entonces los coyotes los abandonan”, dijo Alex Ortigoza en conversación con El Latino.
Dijo que a los coyotes no les importa si algunos migrantes se quedan en el camino ni la suerte que corran sin poder seguir y extraviados en territorio desconocido.
“Para los coyotes, está bien; ellos ya cobraron una parte por adelantado. Si, digamos de 35 personas, cinco se quedan en el desierto, ellos ya garantizaron sus ganancias”, dijo el rescatista.
La semana pasada, el grupo salió en busca de un hombre mexicano indocumentado que fue abandonado de esa forma en el desierto de la frontera de California.
Un hijo de nacionalidad estadunidense de ese hombre pidió a Armadillos ayuda para localizar a su padre, pero la persona extraviada desconocía dónde estaba, y los coyotes habían dado a la madre del joven datos imprecisos.
El grupo de rescate salió en busca a Campo, una zona semidesértica con terreno rocoso, a 70 millas al este de San Diego. Luego el coyote finalmente indicó que el migrante estaría en Ocotillo, unas 60 millas más al este de donde buscaron inicialmente.
“Encontramos al señor, pero ya fue tarde, había fallecido aproximadamente una hora antes de que lo halláramos. Ya nada más nos quedó llamar al médico forense”, dijo Alex Ortigoza.
El grupo rastrea en la frontera con conocimiento de la patrulla fronteriza y de oficinas del alguacil en la frontera, de las que dependen los médicos forenses y peritos.
Ortigoza dijo que ese caso reciente en Ocotillo ejemplifica el trabajo del grupo y el modo en que operan los coyotes. “Esta vez habían usado una mentira común después de abandonar al señor, los coyotes dijeron que, para huir de la patrulla, todos habían corrido y se separaron y al reagruparse faltaba esa persona. La verdad es que lo abandonaron”.
El dirigente de Armadillos pidió a quienes piensan en cruzar la frontera que reconsideren. En el verano a lo largo de los desiertos en la frontera el calor alcanza más de 42 grados y es un calor seco que provoca “golpe de calor”, que lleva a perder la orientación y el conocimiento.
Como cruzar la frontera se ha vuelto más difícil, los coyotes también cobran tarifas más caras, e incluso hay grupo delictivos que fingen ser traficantes de personas para despojar a las personas de su dinero.
La organización sin fines de lucro Ángeles de la Frontera recién donó a Armadillos un vehículo con capacidad para todo el equipo, que es de 15 personas. Hasta ahora el grupo rentaba vehículos para ir en búsquedas, con dinero que conseguía en empleos regulares.