San Diego es una de las peores regiones en cuanto a trata de personas, pero al mismo tiempo es una de las regiones con mayores logros contra ese tipo de delito federal. Cortesía.

La Oficina de Investigaciones Federales (FBI) coloca al condado de San Diego entre los primero lugares en la lista de las peores regiones del país en trata de personas.

Sin embargo, el fiscal federal de la nación, Merrick Garland, informó que San Diego es también el sitio donde las autoridades tienen los mejores resultados contra le trata de personas con fines de explotación laboral o sexual.

“El distrito sur de California se enorgullece de ser líder en la lucha contra la trata de personas. Ha procesado a más acusados ​​que cualquier otro distrito del país: hasta enero de 2021, 262 acusados ​​en 93 casos separados”, dijo el fiscal Garland.

Dijo que la oficina local de la fiscalía federal es “un líder nacional en todo tipo de enjuiciamientos por trata de personas, que van desde la trata sexual de niños hasta la trata de trabajo forzado y la trata sexual de adultos por la fuerza, el fraude o la coerción”.

El fiscal Garland elogió en particular dos recientes casos de trata de personas que terminaron con sentencias en San Diego, los cargos de tráfico laboral contra individuos de Imperial Valley Ministries, quienes coaccionaron a docenas de personas, en su mayoría personas sin hogar a renunciar a los beneficios de asistencia social y los obligaban a mendigar hasta nueve horas al día, seis días a la semana, para el beneficio financiero de los líderes de la iglesia.

También los cargos contra los operadores del sitio web “Girls Do Porn”, quienes montaron desde San Diego un esquema nacional que engañó y coaccionó a las mujeres para que hicieran pornografía.

Ahora la fiscalía federal en San Diego anunció que encabeza un nuevo proyecto multilateral que además es parte de un plan nacional contra la trata de personas, a cargo del Grupo de Trabajo contra la Trata de Personas, que reúne a todas las agencias del orden.

Algunas de la metas son establecer nuevos protocolos de detección de, brindar asistencia centrada en la víctima a los sobrevivientes de la trata, incluso apoyando los esfuerzos para brindar restauración financiera a las víctimas, y ampliar la difusión de la capacitación, la orientación y la experiencia federal en la trata de personas.