SAN DIEGO.- Un nuevo centro de detención temporal de migrantes en la zona de Otay Mesa en San Diego fue abierto por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
El objetivo principal de la instalación es procesar de manera segura y rápida a las personas que permanezcan bajo la custodia de la autoridad.
Grupos de activistas han expresado su preocupación con el anuncio de la apertura por el trato que pudiera brindarse a los detenidos.
“En comentarios y documentación que hemos tenido con personas detenidas bajo custodia de CBP sabemos que a veces las condiciones son infrahumanas donde no se les presta el tratamiento médico que ellos requieren, a veces hay muchas quejas sobre la alimentación y un sin número de cosas y quejas sobre el trato por parte de los mismos agentes que a veces usan palabras para dirigirse a las personas migrantes de una manera muy denigrante y eso preocupa si ese tipo de manejo va a continuar en esta nueva instalación y por eso nosotros nos enfocamos en el tema de transparencia”, señaló Pedro Ríos, titular del Comité de Servicios Amigos Americanos en San Diego.
La nueva instalación está ubicada en Pogo Road y tiene una capacidad de espera de hasta 500 personas aproximadamente.
De acuerdo a un comunicado oficial, la instalación tiene clima controlado y cuenta con áreas para comer, dormir y para realizar actividades de higiene personal.
El inmueble se encuentra en un terreno de 130,786 pies cuadrados el cual proporcionará capacidad de procesamiento adicional para el sector de San Diego de la Patrulla Fronteriza.
Asociaciones como el Comité de Servicios Amigos Americanos en San Diego estarán atentos de que se respeten los derechos humanos.
“Que permitan a miembros de diferentes sectores del público, por ejemplo, a la prensa que llegue a revisar porque un par de fotos o un video de 8 minutos realmente no es suficiente para entender cómo se está administrando esta nueva instalación”, recalcó Pedro Ríos.
El espacio ya se encuentra equipado para llevar a cabo las operaciones.
CBP evalúa de manera permanente la operatividad de los procesos migratorios para determinar si es necesario habilitar instalaciones temporales adicionales en el sur de California.
“Igual creo que defensores de los Derechos Humanos, organizaciones que trabajan directamente con personas migrantes, deben de tener la oportunidad de revisar las instalaciones y conocer más sobre su administración”, concluyó el activista.
