Tratar la alergia puede hacer mucho más que aliviar la picazón y el lagrimeo de los ojos./Foto: Harvard Health

La llegada de la primavera puede significar para la mayoría de la gente días más alegres, llenos de colores vibrantes. Pero esas flores que nacen, las hojas que caen y que crean atractivos paisajes, lo hacen de la mano de sustancias aéreas que irritan la nariz. ¿estornudos, escurrimiento nasal, comezón en los ojos?, puede ser alergia.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos refiere que “las alergias aparecen cuando el sistema inmunitario del cuerpo reacciona de forma exagerada ante sustancias, llamadas alergenos que por lo general no hacen daño”.

Cuando una persona con alergias respira un alergeno como polen, moho, caspa de mascotas o ácaros del polvo, explican los especialistas, “las reacciones alérgicas que se producen en la nariz reciben el nombre de rinitis alérgica o fiebre del heno”.

Más comunes de lo que se cree

La alergia es una de las enfermedades a crónicas más comunes. “En las últimas décadas, la prevalencia de las alergias ha aumentado”, dice Paivi Salo, experto en alergias de los NIH. “Actualmente, las alergias respiratorias afectan, aproximadamente, entre al 10 y al 30 por ciento de los adultos y al 40 por ciento de los niños”.

Evitar las causas de la alergia es la mejor manera de controlar los síntomas. Pero no siempre es fácil identificarlas. Una acción simple y muy útil para comentar en las consultas de primera manos es observar cuándo y dónde aparecen los síntomas.

“La mayoría de las personas con alergias son sensibles a más de un alergeno”, explica Salo. “El pasto, la maleza y el polen de los árboles son las causas más comunes de las alergias al aire libre”.

Pruebas de sensibilidad

De acuerdo a lo comunicado, hay quienes presentan síntomas estacionales, es decir, solo durante la primavera o el verano, con frecuencia en estos casos la fuente es el polen. Otros presentan los síntomas todo el año, es posible que esas alergias las provoquen factores que se generan en lugares cerrados.

Para quienes padecen síntomas persistentes y molestos, la recomendación es consultar a un médico que determine la prudencia de hacer una prueba de sensibilidad alérgica, estas pueden ser mediante análisis de sangre o bien pruebas cutáneas.

“Incluso cuando se sabe cuáles son las causas, puede ser difícil evitar los alergenos. Cuando hay mucho polen, lo ideal es quedarse en lugares cerrados con las ventanas cerradas y usar aire acondicionado. Evitar que el polen entre. Si es necesario salir, una acción preventiva es lavarse el cabello y la ropa”, dice Salo. Las mascotas también pueden traer polen, por lo que es recomendable mantenerlas limpias.

En cuanto a los alergenos en sitios interiores, algunas recomendaciones son evitar la humedad en el hogar para mantener el moho y los ácaros del polvo bajo control. Evitar los muebles tapizados y las alfombras, ya que alojan alergenos. Lavar la ropa de cama con agua caliente y aspirar los pisos una vez por semana.

Son hereditarias

Si los padres padecen alergias, sus hijos tienen más probabilidad de tenerlas. Aunque no hay ninguna “receta mágica” para prevenir las alergias, los expertos recomiendan que se amamante a los bebés.

“La leche materna tiene menos probabilidad de provocar reacciones alérgicas, es fácil de digerir y fortalece el sistema inmunitario del bebé”, explicó el especialista.

A veces, evitar los alergenos no es posible o no es suficiente. Las alergias no tratadas se asocian con enfermedades crónicas como la sinusitis y el asma.

Los antihistamínicos de venta libre, los aerosoles nasales y los descongestivos pueden aliviar los síntomas leves.

A veces se necesitan medicamentos recetados y vacunas para la alergia en los casos más graves.

Tratar la alergia puede hacer mucho más que aliviar la picazón y el lagrimeo de los ojos. Puede ayudar a volver a respirar con facilidad y hacer que se disfrute más los cambios de estación.

Algunas acciones preventivas

Observar cuándo y dónde aparecen los síntomas

Consultar a un médico

Evaluar la realización de una prueba de sensibilidad alérgica

Evitar la entrada del polvo y polen al hogar

Lavarse el cabello y la ropa al regresar a casa

Mantener limpias a las mascotas

Evitar la humedad en el hogar

Evitar los muebles tapizados y las alfombras

Lavar la ropa de cama con agua caliente

Aspirar los pisos una vez por semana